Película dirigida por ROBERT ROSSEN.
Guion de ABRAHAM POLONSKY
Música de HUGO FRIEDHOFFER
Fotografía de JAMES WONG HOWE
Montaje de Francis A.Lyon
Intérpretes: John Garfield.-Lilli Palmer.-Hazel Brooks.-Anne Revere.-William Conrad.-Joseph Pevney.
En un momento histórico se reúnen el excelente guionista Abraham Polonsky, el director Robert Rossen y el actor John Garfield para realizar una película sobre el destino y de los perdedores que alguna vez en su pasado gozaron del esplendor del éxito , que entregados a la fama y al brillo de la popularidad, terminan cayendo en manos de desaprensivos apoderados,que poco a poco van mermando sus ingresos, dejándoles en la ruina económica y moral. Consiguieron la colaboración del director de fotografía James Wong Howe, y juntos realizaron una excelente película que roza la obra maestra. Se muestra un admirable y doloroso retrato sobre el sórdido mundo del boxeo, deporte sobre el que pululan seres desprovistos de escrúpulos, que no dudan en pervertir el alma y la dignidad, tratando en todo momento acumular poder y dinero a costa de los boxeadores.
Charles Davis,aspirante a boxeador profesional, ha visto como un atentado ha matado a su padre y destruido su modesto negocio. Busca a un mánager para que le oriente en su carrera. Esta persona le contacta con un desaprensivo bróker que organiza combates amañados, quedándose para si con una considerable parte de los beneficios. Charles ve como poco a poco va desmoronando su solidez moral, perdiendo el afecto de su madre, el amor de su novia y la vida de su mejor amigo,
La cadena vital se inicia en un barrio humilde, la salida de la pobreza será el boxeo, con este deporte-espectáculo consigue dinero, fama, poder, y el poder le sumerge en la corrupción, y de la corrupción al crimen solo hay un leve paso. En algún momento le dicen:»Cuando mas te acercas al mudo del boxeo, mas gente corrompida te rodeará». Y es que el dinero es dinero, sin memoria ni moral, un sistema corrupto que procura la generación de dinero que devora el cuerpo y el alma de los hombres honestos.
Después de realizar la película,el Director, el Guionista y el Actor principal, tuvieron un doloroso futuro, debido principalmente al encarnizamiento del Comité de Actividades Antiamericanas contra los intelectuales sospechosos de ser comunistas o simpatizantes. Fueron seriamente dañados por sus consecuencias, frente al Comité encabezado por el senador Mc Carthy.
El director Robert Rossen, en 1951 fue convocado por el Comité,sin llegar a testificar, en 1953 fue citado nuevamente para requerirle sobre los nombres de personajes del mundo del cine. Tras su declaración se exilió a Europa, regresando a Norteamérica en los 60´s, pudo realizar otra gran obra «El Buscavidas», falleciendo en el 1966, a los 58 años.
El guionista Abraham Polonsky, en 1948 fué citado por el Comité, para que declarara su afiliación al Partido Comunista y le requirieron nombres, negándose a la delación, por lo que a partir de entonces solo pudo trabajar con nombre falso.
John Garlfield, inició su carrera teatral en Broadway, en 1938 se trasladó a Hollywood trabajando en varias películas, la mas famosa fue «El cartero siempre llama dos veces» en el papel de Frank Chambers. En 1947 se une a Rossen y Polonsky para realizar «Cuerpo y Alma». A finales de los 40´s fue interrogado por el Comité acerca de sus relaciones con miembros del Partido Comunista, renunció a dar nombres, su resistencia a este requerimiento, le incluyeron el las Listas Negras, vetándole para futuros papeles , falleciendo a los 39 años de un infarto agudo.
Otros participantes de esta película, también fueron citados y represaliados fueron Anne Revere, que rehusó a testificar ante el Comité, por lo que durante 20 años no pudo trabajar en el cine.
Canadá Lee, antiguo boxeador y actor, también fue interrogado y cuestionado por el Comité, falleciendo a los 45 años por un ataque al corazón.
Algunas de la películas mas conocidas acerca de este interesante género.
Nadie puede vencerme(The sep-up) 1949 de Robert Wise, con Robert Ryan.
Requiem por un campeón de 1962 dirigida por Ralph Nelson con Anthony Quinn.
El idolo de barro de 1949 de Mark Robson con Kirk Douglas.
